Hoy os traigo un jabón nuevo,
de lavanda, también llamada espliego, alhucema.
Es una planta perenne, con
tallos simples o ramificados (según variedad), hojas opuestas lanceoladas,
flores azul-violáceas, en espigas y muy aromáticas, su floración es en verano.
Principios activos y acción:
Esencia cuyo componente principal es el linalol, junto con geraniol, borneol y
trazas de cineol y eucaliptol.
La esencia es la responsable de
la acción sedante sistema nervioso central, antiespasmódica, colerética, hipotensora y diurética, así como de la
acción bactericida, antiséptica y cicatrizante en uso externo.
Empleo:
Por
las propiedades citadas, en infusión (15-30 g/l); esta misma infusión se emplea en baños, lociones y compresas, en
infecciones cutáneas benignas, traumatismos, etc.
Por todas estas propiedades de
la lavanda, junto a las de los aceites que componen este jabón, es muy adecuado
para cuidar todo tipo de pieles.
INGREDIENTES:
*Aceites
y mantecas:
Oleato de lavanda en aceite de oliva virgen extra, aceite de palma, de coco, de
girasol, manteca de cacao, aceite de maíz, de ricino, de argán, de almendras,
de semillas.
*Una pizca de sal.
*Colorante para jabones
violeta.
*Aceites esenciales de: lavanda
y árbol del té.
*Agua e hidróxido de sodio.
Tiene un sobreengrasado
del 8% y una concentración del 28 %.
Las
características del jabón son: Dureza 50, burbujas, 51,
persistencia 50, limpieza 49 y acondicionado 51.
Esta vez he utilizado unos
moldes de silicona que dan unas pastillas de jabón muy vistosas.
Espero que os haya gustado el
resultado final.
¡Hasta pronto!